
En un reciente viaje a la vecina isla de Puerto Rico nos dimos cuenta que las emisoras de radio en amplitud modulada(AM) todavía funcionan de lo más bien,contrario a lo que ocurre en la República Dominicana,donde hace mucho estas pasaron a mejor vida.Ahora bien,el hecho de que las AM funcionen en Puerto Rico tiene mucho que ver con la nitidez en sonido que exhiben muchas de estas,pensando uno en ocasiones que está escuchando una emisora en frecuencia modulada(FM) debido a la potencia con que estas se suenan.Mientras las AM han sido descuidadas en nuestro país,los boricuas las siguen tratando como si fueran emisoras de FM,por eso es común que en cualquier casa,tienda o vehículo encuentres personas sintonizando dicha frecuencia,es tan así según supimos de buena fuente,de gente ligada a la industria radiofónica de Puerto Rico,que algunas de esas emisoras facturan hasta 3 millones de dolares al mes,lo cual evidencia que las AM son un poder en la vecina isla. Similar situación estaría ocurriendo en la República Dominicana si el estado y dueños de medios no hubieran descuidado el sonido de la frecuencia que marcó toda una época,en especial durante los años 70 y 80, a esto podemos agregar la gran cantidad de emisoras en frecuencia modulada que hay en el país.
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Lo que sucede es que la mayoría de los propietarios de emisoras, con sus honrosas excepciones, no tuvieron visión de lo que era la radio del futuro en los años 80. No se adaptaron a la innovación, la competitividad, es decir, se quedaron de espaldas a la tecnología electrónica de punta y los inversionistas en la banda de FM, les comieron los caramelos, que hombres como Radhamés Aracena, José Brea y otros sí supieron aprovechar en su momento, endulzando sus cuentas bancarias y los oídos de la audiencia radial.
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