Los programas de opinión política están destronando a los programas de entretenimiento y farándula en la radio de República Dominicana. Si hacemos un sondeo comprobaremos que el 90% de los espacios pertenecen a los programas interactivos de corte político, el 5% programas de deporte, 3% música, 1% programas especializados y 1% farándula.
Los intereses políticos y económicos están obligando a las estaciones radiales a colocar programas que reflejan la desigualdad, el abuso de poder y la corrupción en esta sociedad.
La campaña electoral agudiza la problemática que se vive en las ondas hertzianas, ya que todos los comunicadores quieren tener un programa político para saborear los grandes beneficios de las elecciones políticas 2016-2020.
Los espacios de música, deporte, farándula y los programas de temas especializados están en decadencias por falta de apoyo publicitario.
Es triste ver como la acumulación de poderes le roba la alegría y diversión a un pueblo que no tiene opciones para recrear su mente.
La raíz del problema está en que los artistas, negocios, empresas públicas y privadas a la hora de colocar publicidad en los programas de entretenimiento lo están viendo como una ayuda a sus talentos y productores, no como una inversión que tendrá múltiples beneficios.
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